Las maravillas de Umbría

Llegada a Perugia y recogida del coche alquilado. Incluye almuerzo libre y por la tarde una visita libre de la ciudad, una ciudad moderna con un importante pasado que se puede respirar en cada rincón. Perugia, capital de Umbría, se encuentra en una colina en el valle del Tíber y es una famosa ciudad de arte, así como un polo cultural efervescente. Tiene la apariencia de un pueblo medieval fortificado, dentro de una poderosa muralla. Cuenta con museos de primer nivel y una hermosa naturaleza que lo rodea. No se pierda una visita al Palacio de los Priores y al Colegio del Cambio, famoso por la Sala de las Audiencias. También en la Plaza IV Novembre merece una visita la Catedral de San Lorenzo, con su estilo renacentista es otra gran protagonista de este increíble escenario histórico. Al final de la visita está previsto el traslado en coche a Asís para el alojamiento, la cena libre y el alojamiento en el hotel. 

Después del desayuno en el hotel se continúa por la mañana hacia Gubbio. Esta ciudad es conocida como la "ciudad de piedra" y se encuentra en la ladera del monte Ingino, que te conquistará a primera vista con su encanto medieval para descubrir en su laberinto de callejuelas y callejuelas. Comience el recorrido por la joya de Gubbio, Piazza Grande o Piazza della Signoria, una plaza "colgante" con vistas a la ciudad. A sus lados se encuentran los edificios públicos de la ciudad: Palacio de los Cónsules en estilo gótico y Palacio Pretorio, uno frente al otro. Echa un vistazo también al Palacio Ranghiasci Brancaleoni que se encuentra en la misma plaza. A dos pasos está el Palacio Ducal de estilo renacentista. Desde los jardines del Palacio Ducal se tiene una hermosa vista de la ciudad. Tenga cuidado con la puerta alta y estrecha al lado de la gran puerta: es la Puerta del muerto. Según la leyenda, de aquí pasaban los ataúdes de los difuntos. Después del almuerzo libre se regresa a Asís, donde está previsto un tour de la Basílica de San Francisco de Asís, el corazón espiritual de umbría. En pocos lugares del mundo se respira una atmósfera de intensa y recogida espiritualidad como la que impregna la Basílica de San Francisco de Asís. La iglesia, terminada en 1253, es el corazón palpitante de la ciudad en la provincia de Perugia y punto de referencia para todo el mundo católico. Al final de la visita de ocio para visitar Asís y al final de la tarde una cata de vinos al aire libre. Regreso al hotel para una cena libre y alojamiento.  

Después del desayuno en el hotel salida hacia Orvieto, una de las ciudades más bellas de Umbría que, con sus más de tres mil años de historia, nunca termina de ser descubierta. El Duomo, símbolo de la ciudad, es una joya de la arquitectura románico-gótica. Entre las obras principales, los espléndidos mosaicos dorados que iluminan la fachada, y la Capilla de San Brizio, donde se encuentra uno de los mayores ciclos pictóricos del Renacimiento. A última hora de la mañana se continúa hacia Terni, una ciudad situada en el corazón de la península, rica de bellezas artísticas y paisajísticas. Además del anfiteatro romano, en parte todavía conservado, merecen una visita la Catedral de Santa Maria Assunta, la torre románica de los Barbarasa y la Basílica de San Valentín, donde se conservan los restos del santo protector de los enamorados. Después del almuerzo libre salida hacia la última etapa del día: Spoleto. Dos kilómetros de murallas bien conservadas testimonian la antigua grandeza de la ciudad, que conserva todavía la fisonomía medieval asumida bajo los longobardos, que la elevaron al rango de capital del ducado y la enriquecieron con edificios, convirtiéndola en una auténtica joya arquitectónica. Aquí quedan los lugares de arte, cultura y arquitectura para visitar, a partir de la Roca Albornoziana, dominando la ciudad y el valle, S. Eufemia, el Teatro romano o el majestuoso Puente de las Torres. Regreso a Asís para cenar libre y pernoctar en el hotel. 

Después del desayuno está prevista la salida hacia la Cascata delle Marmore. La creación de la Cascada se remonta al 271 a.C., es una formidable obra de ingeniería romana que sirvió para favorecer la salida de las aguas del Velino, responsables de frecuentes y desastrosas inundaciones y de la transformación de vastas extensiones de tierra en malsanas marismas. En épocas sucesivas y hasta el Renacimiento, se realizaron más trabajos de perfeccionamiento hasta el orden actual. Dentro de la zona turística - excursionista de la Cascada de Marmore es posible recorrer 6 senderos trazados y señalizados que permiten al visitante observar la cascada desde puntos de vista panorámicos de sugestiva belleza. Al final de la visita entrega del coche alquilado y fin de los servicios.